Prefirio, una tarde de otoño, echarse a reir
antes que ver la travaiatta de Moises.
Sintio que nunca llegaria a la gran verdad,
solo con ver sus ojos cerca suyos.
Corrio por los verdes bosques europeos,
donde ciervos espectantes morian por volar.
Una vez encontrado el amor, donde todo seria felicidad;
la dama con vestido negro y azucarado, temblo por un futuro casi perfecto.
Las agujas corrieron, ellos corrieron, todos corrieron, menos la vida...
Esa vida que imaginaron, aquella por la que darian todo, hasta su propia vida...
La dama tenia razon... el penso: todo me acerca a ella... la volvere a ver?
Hasta que por fin, en un amanecer veraNiego de pelos cortos se enteraron: que uno de los dos puede amar para siempre.
05 febrero 2007
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
2 comentarios:
pasè de casualidad, muy bueno tu blog, me encatò leerlo...
"...uno de los dos puede amar para siempre..."... capaz de entregarlo todo por amar, nunca se sabe a lo q se es capaz de renunciar. Solo queda tener la esperanza de saber que uno se dara cuenta de ese momento y creer q será capaz de ser esa persona. Y quizás así pasar largos veraNiegos de pelos largos y alborotados...
muy lidna su vuelta Ernesto
Publicar un comentario